Sin límites: Sobre amor romántico, motivación, trabajo duro, concentración y productividad

  






Mucho se ha hablado sobre la importancia de perseguir la salud mental como una especie de ideal contemporáneo para alcanzar la felicidad, es curioso pensar en el contexto de la sociedad en otros tiempos…en otras generaciones, en donde el ideal era simplemente tener un empleo que deje lo suficiente para vivir y brindarle una vida digna a los miembros de la familia; eso mismo también, el ideal de construir una familia vs. el ideal actual de viajar mucho, comer y beber en los mejores lugares (y hacer check in subiendo una foto muy “aesthetic” a la red social de preferencia (hecho aún más fácil hoy en día gracias a esa especie de multiverso de redes sociales que ofrece a la mayoría de la gente la oportunidad de simular la vida que quieren que los demás perciban))o simplemente encontrarse un trabajo en home office.


 Es fácil perder noción de los ideales personales por seguir aquellos que de cierta manera marca la sociedad, más que nunca en estos tiempos, a través de los medios de información y comunicación que existen, además de las tecnologías emergentes cada vez más capaces de sustituir a los seres humanos en funciones básicas; también es fácil identificar ese cambio de mentalidad que ha llevado a mucha gente a investigar más sobre temas del estilo de:  “¿cómo evitar la ansiedad?”, “¿cómo combatir el estrés, el aburrimiento y la ira?”, o buscar descubrir “el sútil arte de que te importe un carajo”, antes que un libro sobre finanzas personales o sobre inversiones, incluso más que el famoso “padre rico, padre pobre”, lo cual resulta interesante considerando que ahora hay más información y tecnologías que en los tiempos de nuestros padres o abuelos que permitirían a personas realmente interesadas en esos temas, a convertirse en expertos en muy poco tiempo, sin embargo las tendencias, según una búsqueda rápidas de resultados en google indican que, al menos en lo general, la gente parece estar buscando más salud mental que crecimiento económico.


 Haciendo un recuento de los últimos 3 años de mi vida, me doy cuenta que no existe una fórmula perfecta y lineal, o un camino marcado en un mapa del tesoro para alcanzar la felicidad, no es que investigar o interesarse por educación financiera, inversiones o más recientemente, NFTs, sea mejor o peor que investigar o interesarse por la autoayuda, el crecimiento y sanación mental, filosofía, religión o ciencias, pero si pienso que concentrarse en tener salud mental, tranquilidad, certeza y amor propio es algo que puede ayudar a generar cualquier disciplina, carrera o arte que pueda llevar a la tan buscada “libertad financiera” y es que ilustrar este punto solo precisará de narrar mi viaje a través de estos 3 años en los que verdaderamente pude vislumbrar hacia dónde quiero ir.


 Hace 4 años, en mis últimos años de los 20s, después de haber vivido todo lo que se me antojó vivir y haber logrado tener todas las experiencias personales que quise, pero en los que al mismo tiempo, pude reconocer el haber adquirido experiencia profesional y académica, me encontraba algo inquieto. Por más que sabía que mi vida había sido privilegiada y que había vivido exactamente lo que quería vivir, no encontraba paz en mi día a día, anhelaba más de lo que mis experiencias personales me habían brindado y no estaba satisfecho con mi trabajo, aunado a eso, unos meses más tarde de esas realizaciones, comenzó la famosa pandemia por COVID 19, cosa que me forzó a verme recluido durante varios meses, situación que me llevó a realmente poder estar solo conmigo mismo y conocerme; durante esos primeros meses de encierro, ni siquiera era consciente de la transformación que estaba sucediendo, pero hoy en día agradezco también que mi situación personal durante ese suceso me permitió tener ese encuentro conmigo mismo y no solamente conocerme sino reconocer en mí, los sueños y anhelos que de niño pensaba perseguir a la edad que tenía en ese momento, fue así que busqué darle un nuevo ritmo a mi vida y quise integrar mi situación personal como inspiración para todo lo que hiciera en otros rubros de mi vida, quise hacerlo de manera holística y me convencí de que eso me ayudaría a sentirme más conforme con mis logros, sin embargo, esto no fue así al principio, pues tenía varias situaciones que no había podido trabajar desde que dejé de ser un adolescente, cuestiones relacionadas con el ego y la seguridad, tal vez ciertas fijaciones relacionadas a mi relación con otras personas y un poco el hecho de que en verdad habían cosas de mí que no conocía, por lo que después de aproximadamente 1 año de buscar concretar varios planes mezclados, de haberme tomado en serio el gimnasio, así como el aprendizaje de ciertas filosofías clásicas, llegué al entendimiento de que necesitaba un poco más de tiempo estando solo, ahora no aislado y entre cuatro paredes por un confinamiento forzado, tenía que aprender a seguir desarrollando mi persona aún expuesto a la sociedad en la normalidad a que se regresó luego del encierro, y fue así que un año más estuve concretando lo que pensaba era crecimiento y desarrollo en mi persona para lograr “paz mental”.


 En este punto quiero mencionar que al recordar toda esa época de cambio y crecimiento me reconocí como un ser feliz, pero al mismo tiempo, los alocados 20s, la adolescencia e incluso la niñez, también son etapas de mi vida reconocidas como felices, aún si no era consciente de eso, pero en fin…


La vida misma me dio la oportunidad de viajar a al menos dos ciudades que siempre había tenido como sueño conocer, lograr eso y una serie de cuestiones relacionadas a la creatividad y mi desarrollo profesional en la empresa, me hicieron regresar con muchos planes e ideas, para crecer como persona y como trabajador, lo curioso es que en ese momento tuve la oportunidad de comenzar a trabajar en un plan personal relacionado con la escritura y tuve varios proyectos en mi empleo tradicional, por lo que fue necesario adaptar una forma de trabajar que me permitiera realizar todas mis actividades sin descuidar las relaciones interpersonales así como el ejercicio y el estudio, comencé a calendarizar todas mis tareas y sin descanso, diario, desde las 5 am hasta las 10 u 11 pm, era una máquina de producción, cada cosa planeada, calendarizada y con fecha de entrega, la motivación brotando cada mañana de mí, logré concretar mis implementaciones y publicar un libro prácticamente al mismo tiempo el mes de Octubre de 2022, por lo que pude decidir “descansar” durante Noviembre y Diciembre, meses en los que al voltear atrás y ver todo lo logrado me convencí de que la motivación, la concentración y el trabajo duro solo podía salir de mí sin distracciones adicionales.


 Pasaron las semanas y Enero se convirtió en Febrero, sin buscar nada, sin pretender nada, un día como cualquier otro conocí a una mujer y fue muy poco el tiempo que transcurrió entre haberla conocido y desearla de todas las maneras posibles, además, resultó que a ella yo no le era indiferente, por lo que comenzamos una relación, sorprendentemente para mí, mis ganas de trabajar duro, de crecer y aprender cosas no cambiaron, se fortalecieron.


 Unos días más han pasado, el trabajo y la vida en general van bien, gracias a calendarizar y realizar mis actividades con un orden y una estructura preconcebidos, pude darme la oportunidad de escribir para mi blog, más que como una tarea, como una manera de plasmar mis reflexiones más recientes:


 En el proceso de escribir esto, revisité esos meses de crecimiento y más tarde de júbilo “cumpliendo sueños” y después, ese momento en el que decidí que era posible trabajar y triunfar como empleado de una empresa y al mismo tiempo ser un escritor publicado, y ahí fue donde me di cuenta, la motivación y las ganas de trabajar por mis sueños no fueron generadas solamente por mi experiencia durante la pandemia y todo lo que ese viaje tan significativo fue para mí, en realidad fue lo que vino después de todo eso, paz mental, tranquilidad; precisamente fue cuando tuve todo eso, que presté atención y encontré a la señorita que vino a enseñarme una cosa más, es posible tener paz mental y tranquilidad si la persona con la que estás empata con tus sueños, planes y motivaciones, no distrae sino fortalece la intención, desde que llegó verdaderamente se siente más completo todo aspecto en mi vida, y la cuestión es que no era que necesitara estar “sin distracciones” o solo, la cuestión era que no había conocido aún a la persona que podía brindarme esa calma, y eso es precisamente lo aprendido, es verdad que la motivación y productividad para un trabajo o para un proyecto, incluso de vida, deben de nacer en uno mismo, pero si se es lo suficientemente afortunado e inteligente para reconocer y valorar cuando se encuentra a una persona que aporte paz y calma, lo demás cobra la importancia necesaria pero no se crea una necesidad sobre nada, la ambición no cesa pero deja de ser tan crítica y verdaderamente ayuda a darle un enfoque a los planes y objetivos.


 Supongo que no todo mundo puede vivirlo como en este caso, es solo que en mi caso así fue, y después de haber perdido la fé en el amor de pareja, el día de hoy retomo de una forma algo básica, la idea de que amar, verdaderamente hacerlo y no creer que se hace, es una experiencia que nutre, que aporta y que hace más sencillo todo, si no se siente así es porque seguramente ahí no es, pero si se siente así, si se siente así entonces se es tan afortunado como que el trabajo de tus sueños sea en home office o como si se tuviera la cantidad de dinero suficiente para no tener que trabajar el resto de tu vida, y eso es algo que no debe dejar de valorarse, aún en una sociedad tan alejada del amor romántico como la nuestra, pues precisamente esto es algo que en realidad aporta salud mental, la felicidad que debería ser parte del camino y no el objetivo final y la certeza de que todo va a estar bien, sin importar a qué generación pertenece.


 “El amor es la fuente de energía más grande con la que cuenta el ser humano”


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