El Mejor Amigo de (este) Hombre.

 



  Los perros son conocidos habitualmente como “el mejor amigo del hombre”, el día de hoy quiero platicarte acerca de quien afortunadamente ha sido mi mejor amigo canino por más de 10 años, mi amigo Pointy, quien llegó a mi vida como un hermoso regalo y el legado de una relación intensa pero inocente que me dejó mucho aprendizaje, así como su antecesor, mi mejor amigo canino de la infancia, quien tenía el mismo nombre y quien brindó una base sólida al entendimiento que tengo del amor por la vida y la relación con mi entorno y con todo ser que me regale algo de su atención y esencia.


 Años atrás, cuando era un niño, llegó a mi vida un perro salchicha, o Daschhund, como se llama esta raza realmente, su nombre era Pointy, yo estaba extremadamente feliz, pero sinceramente no tenía la madurez suficiente para darle una vida digna, desgraciadamente no pude ser el amigo que él fue para mí, y aunque generalmente digo que yo nunca me arrepiento de nada, ese es verdaderamente el único arrepentimiento que tengo, no fui el compañero que él merecía; en la ignorancia causada por mi inmadurez a los 8 años aproximadamente, y debido a mis descuidos y torpeza, ese gran amigo que la vida me había regalado y que siempre se sentaba a mi lado mientras veía alguna película o jugaba videojuegos…se fue prematuramente… dejándome con el corazón roto… experimenté por primera vez la pérdida de un ser querido, se fue pero me dejó una muy valiosa lección, un perro y en realidad cualquier otro tipo de compañero animal, es un regalo del universo para el humano con el que escojan pasar su vida, un poderoso guía, un ser que muchos podrían considerar meramente un animal inconsciente, es en realidad una criatura que viene a compartir con nosotros un conocimiento ancestral que va más allá del entendimiento humano, que se alinea precisamente al concepto más primitivo de amor, ese que no parte un razonamiento de nuestro “desarrollado” neocórtex, sino de una emoción casi instintiva, un amor puro sin ningún tipo de influencia externa.


 Ese pequeño amigo pasó fugazmente por mi vida, pero la marcó para siempre… esta raza en particular es traviesa, juguetona, llena de energía y a su vez…es ciertamente frágil debido a su columna alargada y patitas cortas; como cualquier otro perro, si elegimos compartir tiempo con ellos debemos ser conscientes de que no es cualquier cosa gozar de su compañía, más allá de solamente alimentarlos y pasearlos, la responsabilidad se vuelve incluso afectiva, debemos ser responsables y entender qué cosas pueden representar riesgos para ellos, yo sabía que lo amaba, pero no supe ser responsable, lo perdí en un accidente que ni siquiera presencié pues lo había “encargado” unos días, estaba devastado cuando me enteré, a mi corta edad entendí que nunca debí dejarlo, incluso a esa edad, nunca culpé a nadie más que a mí, desde el primer momento sentí el arrepentimiento más grande porque no estuve ahí para el amigo que durante algunos años estuvo para mí y esperaba impaciente a que regresara de la escuela porque consideraba un honor pasar unos minutos a mi lado, había cometido un pecado grande y no sabía cómo mi alma podría purificarse después de la traición que había cometido, aún hoy, a mis 31 años, no tengo claro si algún día podré hacerlo, lo único que podía hacer a partir de ese día en que por primera vez conocí lo que era sentirse triste con una justificación verdadera era honrar su memoria, me prometí entonces, que volvería una prioridad en mi vida cualquier relación que desarrollara, cualquier amistad que llegara a mi vida humana o animal sería prioritaria, entendí por primera vez, de una manera muy básica pero muy brutal, el concepto de vida y muerte, pues hasta ese momento no había experimentado la pérdida de un ser querido. Le juré amor eterno a ese amigo que ya no estaba más, y hasta la fecha mis ojos se llenan de lágrimas al recordarlo, si tan sólo hubiera sabido lo que ahora sé…Pero él se fue y yo me quedé, y me quedé con un gusto y un amor impresionante por la vida, gracias a él pude hacerme sensible y nunca ocultar el cariño que siento por amigos, familiares y hasta conocidos, cada ser es importante, cada ser debe tener su lugar y ser respetado y cuidado, sin duda alguna, gracias a él me volví una mejor persona.



Como dije, me quedé aquí sin él, ¿Qué podía hacer? solamente vivir con su recuerdo para siempre, con la penitencia eterna que sería esa culpa autoimpuesta, pero continuar con mi vida aplicando todo eso que aprendí de mi mejor amigo canino de la infancia…pasaron los años y nunca cruzó por mi mente la idea de volver a tener una mascota, tal vez inconscientemente me daba miedo no ser lo suficientemente buen compañero.


Muchos años más tarde, en la preparatoria, tuve una novia, con ella tuve la oportunidad de madurar bastante emocionalmente, fue una relación muy linda, una que recuerdo con mucho cariño, precisamente ella tenía un familiar cuyo compañero canino era un perro Dachshund, de nombre “Nacho”, que era la viva imagen de mi amigo de años atrás, en cuanto lo vi por primera vez, los nervios normales que un muchacho de preparatoria siente al conocer a la familia de su noviecita desaparecieron, solamente quería jugar con Nacho, quería revivir el recuerdo de acariciar esa cabecita con pelo raso…Ella se percató y naturalmente le platiqué sobre mi viejo amigo y lo mucho que el compañero de sus familiares me lo recordaba…Meses más tarde, recibí la sorpresa de que Nacho había sido papá, y el único macho de esa camada (si es que no me equivoco) podía ser mi compañero si yo aceptaba, acepté de inmediato…Mi novia de la prepa y parte de la universidad probablemente no lo sabe hasta el momento que lea esto, si es que este post llega a sus ojos, pero no me estaba haciendo solamente un regalo hermoso, me estaba dando la oportunidad de reivindicarme al menos conmigo mismo y con el recuerdo de mi Pointy y siempre estaré agradecido con ella por esa razón…



 El día que lo conocí, tenía muy poco de nacido, aún no tenía la forma alargada de los perros salchicha, de hecho era regordete, pero desde el primer momento sabía que al menos simbólicamente tenía una representación física del recuerdo de ese pequeño que compartió su amor conmigo años atrás, y aunque no todo mundo estaba muy de acuerdo, decidí llamarle Pointy también. Él se convirtió en un compañero de aventuras para mí, ha estado a mi lado a lo largo de incontables experiencias…estuvo conmigo cuando terminó la relación que nos permitió conocernos, y ha estado conmigo prácticamente toda mi vida adulta, ha sido un apoyo emocional, una manera de recordarme que lo más importante es el amor, incluso cuando mi contexto social y mi propio ego me han hecho actuar erróneamente, y mira, querido lector, que eso ha pasado mucho pues claro que me he equivocado y he perdido el rumbo en más de una ocasión, pero siempre han sido sus ojos y su ternura lo que me ha hecho recordar que lo que importa no es que “yo gane” sino que todo lo que haga sea precisamente hecho con amor y que honre toda interacción con otro ser vivo, esos ojos que me reflejan el alma de mi amigo de la infancia en la de mi amigo en la adultez me recuerdan que nunca más me voy a permitir ser culpable de la caída de alguien que amo.




El día de hoy termino mi anécdota escrita con mucho cariño con esta reflexión, no es necesario que sea un perro, si tu mascota es un gato, un loro, un ratón o una víbora, toda vida es valiosa, toda vida merece nuestro respeto, de la misma forma, si a ti no te agrada tener amigos animales o…mascotas, está bien, pero sigue siendo el mensaje de mis amigos, los Pointy, lo que importa aquí, yo solamente se lo hago extensivo a quien quiera leerlo…Dale todo tu amor y atención a cualquier relación que tengas, amistad, familiar, de trabajo, tu mascota, lo que sea...no esperes a que sea demasiado tarde para darte cuenta que tienes un tesoro en cualquier ser que decida compartir su esencia contigo, consciente o inconscientemente.




 Les comparto también un cuento corto que escribí en la primaria, sobre mi amigo de la infancia y que pude recuperar recientemente gracias a una amiga de la primaria que aún lo conserva.


(El cuento fue publicado debido a una asignatura de la clase de Español de la primaria a la que asistí)


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares