Vivir en el aquí y el ahora

  





En los últimos años se ha vuelto un cliché eso de vivir en el aquí y el ahora, cada vez es más común que alguien recomiende bajar un poco el estrés mediante concentrarse en estar enfocado en el presente, aunque claro, no siempre es fácil hacerlo.


 Desde hace algunos años, comencé a interesarme muchísimo en mantener una filosofía de vida alineada a eso, además de no dejar que las situaciones ajenas a mi control me afecten y a dejar que las cosas fluyan; precisamente por eso es que tuve a bien buscar varias lecturas, desde artículos en internet relacionados a la “deconstrucción del ego”, hasta libros bastante interesantes como el siempre recomendable, “Meditaciones”, escrito por el emperador y filósofo romano Marco Aurelio, además de material audiovisual de interpretaciones diversas de estos temas. 


 La mayoría de las personas que leía o que veía en YouTube recomendaban meditar, fue así que decidí comenzar a realizar esto, pero al poco tiempo me di cuenta que para poder meditar es importante aprender a hacerlo, al principio no es fácil, y es que es muy sencillo distraerse y seguir algún “tren de pensamiento”, sin embargo, poco a poco uno mismo entiende como controlar eso simplemente siendo consciente de la distracción y eligiendo regresar a las respiraciones controladas y a enfocarse en el momento, esto es, de cierta forma, una manera de estar en el aquí y ahora.


 Después de algún tiempo de estar investigando y leyendo al respecto, y por supuesto, de estar practicando varias de las actividades que eran recomendadas comprendí eso de no preocuparme por el futuro de una manera algo básica, y es que en primera instancia pensaba siempre en una analogía que he compartido previamente:

 Para ayudarme a no perder el sentido de  mis meditaciones, comencé a imaginarme a la orilla de una calle de dos sentidos, cruzar esta calle se había convertido en el centro en el que debía enfocar mi atención y mi conciencia, sin embargo, esta calle está siempre bastante transitada porque los coches que pasan no son otra cosa que mis pensamientos, para hacerlo todo más interesante, esta calle no cuenta con semáforos por lo que es importante cruzar al otro lado esquivando carros, pero esto no es lo único que mi mente, representada en esta escena mental con un avatar que luce igual a mí, debe lograr, porque en cualquiera de estos carros puedo subirme en un instante, es decir, en cualquier momento puedo perder el enfoque y la intención de cruzar del otro lado, perdiéndome en alguno de los pensamientos que intentaba esquivar, sin embargo, con práctica y paciencia pude discernir que yo mismo tenía el poder de elegir si subir o dejarme arrollar por esos coches y cada vez me resultaba menos complicado llegar a un estado de calma en el que podía realmente enfocar mi atención en mi respiración, en el momento, en el silencio y en ser consciente de mi propia existencia física durante las sesiones de meditación.


 Fue así que de manera similar, logré dejar de lado sentimientos de incertidumbre o de ansiedad cuando no sabía que iba a suceder en el futuro, algo que se volvió bastante cómodo durante algún tiempo, debo agregar que esta es la versión resumida de ese proceso mental, tardé bastante tiempo en poder ser consciente del momento en el que comienza una sensación negativa y aún hoy en día sucede que me dejo llevar por miedos y preocupaciones del futuro como cualquier persona de mi edad, pero al menos algo de control tengo; como decía, esto llegó al punto de resultar bastante cómodo, pues cuando algo representaba un potencial riesgo, lo disfrazaba en mi mente con esta idea de verlo como un carro evitándome cruzar del otro lado, me volví entonces, algo “descuidado” en muchos aspectos, no me detenía a pensar en que podía suceder ni para bien ni para mal, porque no me importaba, cada decisión parecía ser impulsiva, basada en la pasión del momento y no en consideraciones racionales.


 Es verdad que vivir de esa forma durante al menos 5 o 6 años de mi vida me llevó a lugares bastante interesantes tanto física como emocional y mentalmente, pude conocer tanto como pude sin mirar atrás, orgulloso de no tener arrepentimientos, o al menos eso me decía a mi mismo, sin embargo, también es verdad que durante mucho de ese tiempo tampoco me sentía satisfecho del todo, era como si siempre quisiera más y nunca hacía nada por obtenerlo, pero al mismo tiempo, hacer algo por eso que “quería” iba en contra de mi ideología de vida, de manera que me vi en una especie de loop que me afectaba de manera inconsciente.

 

 Pero entonces ¿está bien o no ver a futuro? ¿Es correcto o no vivir solamente en el aquí y el ahora?...


 Desde mi punto de vista y con base en lo que yo he vivido, puedo decir que todo depende, precisamente con la misma fortaleza mental con la que puedo elegir no subir a los coches que evitan concentrarme en mis sesiones de meditación, puedo elegir cuando pensar a futuro y cuando no, suena muy lógico puesto de esta forma, pero de igual manera he visto cada vez más seguido a más personas caer en esa especie de letargo mental de vivir en el aquí y el ahora en todo aspecto de su vida, como también he visto a personas muy cercanas a mí no poder disfrutar de su vida y de su presente por verse siempre planeando su siguiente movida o peor aún por el miedo a lo que podría suceder.


 Requiere de un poquito más de responsabilidad con uno mismo el saber cuando si y cuando no y eso es algo que cada persona debe saber, cada individuo es responsable de su propia felicidad y por ende cada individuo debe saber cuando decir que sí y cuándo no, cuándo ser precavido y cuando no, aún si no serlo representa un potencial riesgo.


 Precisamente fue gracias a querer vivir en el presente y decir, pues si no es ahora ¿cuándo? que pude vivir experiencias “por la anécdota” que me llevaron a este entendimiento.

 

 Ahora me doy cuenta que pude evitar varios momentos no tan gratos y disfrutar de manera distinta esos años en los que solamente pensaba en el presente de haber planeado un poquito más.


 Entiendo pues, que las personas que originalmente recomendaban vivir en el presente no se referían a no ver a futuro, se referían a no vivir angustiado por el futuro, vivir un presente enfocado en el presente para poder brindarme un mejor futuro, lo que al final resulta ser muy parecido a planear.


 Fue entonces cuando dejé de “querer”, pues comencé realmente a disfrutar de mi presente, por fin agradecido de cada cosa que sucede y como resultado, también comenzó a haber una sensación de felicidad con respecto a lo que pasa en el presente cuando el presente se vuelve pasado, entonces comencé realmente a no tener arrepentimientos, no solo de dientes para afuera, sino verdaderamente.


 Vivir en el aquí y ahora, como escribí antes, es algo que cada vez más personas “woke” recomiendan, y aunque parezca algo muy lógico entenderlo debe ir más allá de solamente desapegarse de los resultados o consecuencias de las acciones, es como un gran poder que como siempre conlleva una gran responsabilidad, y es que poder desapegarse del miedo a las consecuencias tampoco es fácil, es fácil decirlo, pero aventarse al vacío, dar ese “salto de fe” o tirarse sin frenos realmente no pasa tan a menudo, no es hasta entrenar la mente a hacerlo que se puede realizar, pero una vez lograda esa capacidad, es importante también saber cuando usarla y cuando no, saber cuándo sí preocuparse por el futuro, o por las consecuencias de ciertas acciones también es algo que resulta ser una herramienta importante, como también lo es lograr la capacidad de desapegarse y dejar ir miedos y preocupaciones innecesarias.


 El ser humano no es binario, no somos solamente ceros y unos, y no podemos ver la vida de esa forma, es simplemente imposible, sin embargo, podemos ser conscientes de nuestras emociones, podemos incluso practicar y practicar hasta tener un control más eficiente de nuestros pensamientos y por ende de nuestras acciones, recomiendo mucho perderle el miedo al futuro, pero no dejar de ser precavido, planear y definir objetivos, aceptar lo que venga con el futuro pero no entregarse a la indiferencia total del mismo.

 


Comentarios

Entradas populares